miércoles, 27 de abril de 2011

NSFA (Not Safe For Anybody)

Estaba acomodando mi almohada (que en realidad es tuya) y pensaba muchas cosas. Entre ese eterno vaivén de estupideces alucinatorias y el ruido del nefasto vecino con sus nefastos arreglos a su nefasta casa, no me concentraba bien en lo único que realmente me concernía cavilar: ¿por qué insisto en joder lo bonito?

Sí. Cada vez que algo bueno me sucede (del verbo "vale madres el mundo entero solo me importas tú"), me empeño en verle el posible defecto y cagarla: es que... no, así no. Mmmm... otro día ¿sale?

Justo ahora estoy en plena conciencia de que casi siempre tengo la razón en la misma cosa: no siempre tengo la razón. Así que, si bien admito que he estropeado tu sonrisa con mis berrinches, dicho sea de paso, debes admitir que no siempre no tengo la razón en no tener la razón.

En fin.

Me disculpo, nuevamente, por dormir con tu almohada (que en realidad también es mia).



María Fernanda Salazar Romero


viernes, 22 de abril de 2011

Se han acabado mis almendras

Tomé un puño y las devoré. Porque son ricas, saladas, deliciosas. Ahora mi estómago me duele, duele mucho.

¿Qué? Si buscabas algún sentido poético, romántico o melancólico en estas líneas, lamento informarte que solo me estoy quejando.

Me quejo. Se acabaron mis almendras.

María Fernanda Salazar Romero

jueves, 14 de abril de 2011

Chocolate, chocolate No. 58... Labial.

Mira, te propongo algo.
Hagámonos los desconocidos: yo no se que roncas, tu no sabes que fumo.
Imaginemos por un segundo que no me amas por lo que sabes, sino por lo que soy. Yo haré lo mismo.

¿Qué sientes?
Te dije que imaginaras.
¿Ya? Ahora sí.
¿Qué sientes?

No, amor. No me digas que igual me amas porque entonces no habrá funcionado.

¿Y qué tal si te digo que ya no te quiero?
La cosa cambia, ¿no? Porque me quieres por como yo te hago sentir y si te lo digo, entonces te sentirás una mierda.

Te dije que imaginaras, no me veas así.

¿Que por qué armo este numerito?
Mi vida, es un juego. Juego a que lo entiendo todo.
Ciertamente, es un error.

Tienes razón. Me callo. Ahora bésame, que empezaré con más estupideces.

Sí. Te amo. Tanto o más que saberlo todo.


María Fernanda Salazar Romero

viernes, 1 de abril de 2011