lunes, 4 de enero de 2016

Naturaleza muerta

Veo la lluvia caer, el viento soplar, al agua correr. Todo pasa y fluye y vive. Menos yo. Aquí ando: inmóvil como piedra, fría. Esperando a que el musgo crezca entre mis muslos, a que encuentre refugio en mis pestañas húmedas; aquí estoy esperando pudrirme entre la hojarasca. A menos que vengas y me tomes y me azotes con tus besos. Entonces yo reviviré para ser otra vez tierra fértil y darte tanto, darte todo.