lunes, 17 de septiembre de 2012

Lovers after all

Y es entonces cuando jugamos a besarnos, cuando a penas tu aliento y el mío comulgan, se introducen, se alimentan, se sacian. Nada más.

Tu boca, toda mía, nada más mía. ¡Ay, ese beso!, porque es sólo uno, interminable. Nuestros cuellos lo saben, tu lengua, mis manos, tus dedos, mis piernas, tu espalda... lo sabemos. Es sólo un beso.

Y lloro porque eres mío. Nada más. Nunca nadie te ha amado tanto, nunca nadie te ha deseado tanto. Soy arrogante de ti, completamente. La puta madre si no lo sé.

Tú y yo. Tú y yo contra el mundo. El mundo contra nosotros.