lunes, 19 de enero de 2009

Simplificación de operaciones con polinomios






Tuve que enterrar el alba que me acompañaba en los oscuros y fríos resquicios de mi mente. Opté por donar a los más necesitados mi necesidad loca de hallar verdades y frustrar delirios. Ahora soy un mejor ser humano.

¿Cómo serlo sin mi luz permanente, sin la oscuridad que causa su ausencia?
No habría la una sin la otra. No hay existencia misma sin lo opuesto.



La espera pudo haber culminado ya.
Espero que no sea así, no quiero caer en los brazos del monstruo que todos los días lo ve todo de verde y azul, y se conforma. Es feliz, y se lo agradezco.

Ahora que solo me queda no esperar, esperaré a que el alba reviva, esperaré a hallar la verdad, y lo que más ansío esperar, es delirar como solía hacerlo antes de encontrar la felicidad.


MaríaFernanda Salazar


(Arte: César)