jueves, 14 de mayo de 2009

12:12 post meridiem



Hubo una luna roja
Una espina
La flor que es cuna de la noche, el pétalo que es cántaro de rocío
Y el viento, como llamas entre el mundo y el cielo.
Aun se siente el calor, se puede oler.

Fue la ocasión, el tiempo aquél donde existió el futuro
El lugar donde convergiese el alma y el cuerpo, el lugar donde convergiesen las almas y los cuerpos.

Sí hubo una luna roja,
Y mi sangre derramó una gota en la espina
Fui la flor junto al rocío
Sentí calor, lo pude oler.


MaríaFernanda Salazar Romero