Ayer vi tus ojos enmarcados en el cielo,
En ese negro, negro cielo
En el que brilla lo que tiene luz propia:
Las estrellas y tus ojos
Tanta belleza en dos pupilas
¿Cuánto más puedo soportarlo?
Estallemos
En ese negro, negro cielo
Juro que bailabas
Juro que bailaba yo contigo
Con tus ojos fijos en los míos
enmarcados en el cielo
No existe el tiempo
No existe nada
Somos
Eso basta
Bebámonos
Besémonos
Mientras veo tus ojos
Fijos en los míos
Enmarcados en el cielo,
En ese negro, negro cielo
miércoles, 22 de octubre de 2014
domingo, 5 de octubre de 2014
Escribirle a Usted
Me urge escribirle a Usted. Decirle, por ejemplo, que viendo sus ojos puedo recorrer la noche más negra en el camino más empedrado. Que su rostro está lleno de verdad y que en sus labios encuentro todos los sabores. Decirle a Usted, entre otras cosas, que su voz se oye infinita y profunda como el mar.
Me urge decirle cuánto lo quiero. Dejar que se desborden las palabras de mis dedos, de mis manos y entre líneas dejarle bien claro que muero por besarle las pestañas.
Es que Usted no sabe. De verdad no sabe el ansia que tengo de escribirle todas las palabras en todos los dialectos, todo el abecedario conjugado; los números, las canciones, las oraciones, los rezos... Todo lo que sé y todo lo que no sé, es lo menos que quiero escribirle a Usted.
Me urge decirle cuánto lo quiero. Dejar que se desborden las palabras de mis dedos, de mis manos y entre líneas dejarle bien claro que muero por besarle las pestañas.
Es que Usted no sabe. De verdad no sabe el ansia que tengo de escribirle todas las palabras en todos los dialectos, todo el abecedario conjugado; los números, las canciones, las oraciones, los rezos... Todo lo que sé y todo lo que no sé, es lo menos que quiero escribirle a Usted.
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