lunes, 30 de mayo de 2011

Insoportable Menchus y la foto que sabes que es mía

Celofán de colores, de esos que se cuelgan en papalotes ¿te imaginas tu alma de papalote? volando alto, alto, corriendo con la niña, la que sujeta tu cordón y te deja ir un rato, y de nuevo tira la cuerda... aferrada, pequeña. No sabe que un comenta hecho de ti [de ti y de papel celofán] no se amarra ni al tronco del árbol más viejo.




María Fernanda Salazar Romero

miércoles, 4 de mayo de 2011

Carajo con los panteones

No se cómo ni por qué: repentinamente morí. ¿Cómo sucede "de repente" algo a alguien cuando no es, ni está, ni respira, ni ve, ni orina, ni suda, ni ama, ni nada?

Siento como cuando estuve en la montaña rusa, escuchando el rechinar de los rieles y sintiendo la pesadez del carrito "track, track, track", cada vez más rápido "track, track, track, track, track" hasta que llegas a la cima, ves lo bonito de lo bonito, respiras, y en un instante recuerdas que estás a punto de irte en picada: justo eso siento. Raro ¿no? porque aun muerta siento. Pero no es nada lindo, extraño pestañear, necesitar fumar, tener manos, ser alguien.

Además de ese sentimiento de vértigo permanente (eterno) no se ve ni oye ni huele nada. Les digo, nada de nada.

Lo terrible de mi situación, es que tampoco puedo resolverlo de ninguna forma, porque, ¡vamos! no conozco a "nadie" aquí ¿no les dije? hay "nadas" en este sitio. No puedo explicarlos o describirlos porque ya les conté que no veo, pero se que están.

En fin. Ya hallaré cómo volver. Ciertamente, antes muerta que quedarme aquí eternamente... ¡Oh mierda!


María Fernanda Salazar Romero