martes, 21 de diciembre de 2010

Cocainómana


Así pasó, que de repente te detuve, me detuviste y te dije: ven, que empieza a granizar.
Y así pasó por vez primera, que la suela del zapato de charol tocó tierra firme, seguro, seguro sí.
Y en ese entonces, de completa certidumbre, así pasó, como qué, como nada más, 
que improvisada, inesperada, sorpresivamente, tomaste mi cintura como tuya, 
me acercaste tanto, tanto a ti, me besaste (con ojos bien cerrados) y con mi mano reposando en tu mejilla confesé amarte. Tanto. Y así pasó, en siete líneas.


María Fernanda Salazar Romero


No hay comentarios: