Y me hartan los comparativos "como el viento, como el agua, como la luz"
No. Quiéreme como tú sabes, en raciones pequeñas pero sustanciosas, a mordidas, en merienda, de noche, en la mañana, ¡pero ya!... no seas gacho.
Quiéreme con mermelada y con tristeza, con la lluvia y en la alacena.
Quiéreme a parpadeos, a arañazos, a patadas y a manazos.
¿Oye?... ¿me das la hora?María Fernanda Salazar Romero
2 comentarios:
Excelente.
Supongo que es al fin y al cabo la busqueda que determina el comun denominar, personas capaces de querer con fuerza propia...
Yo te quiero mi niña!!
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